By Benji Garcia-Reyes
IG: @themedimexican
Tan grande es el amor de una madre, que tres Peruanas con hijos que tienen epilepsia refractaria—cuando se genera resistencia al tratamiento médico—recientemente presentaron un proyecto de ley para legalizar la importación, comercialización y el uso con fines medicinales de los productos provenientes del cannabis. Ellas buscan el derecho a la cultivación del cannabis ya que importarlo es demasiado costoso. Gracias a ellas, el Presidente Pedro Pablo Kuczynski recientemente aprobó y presentó este proyecto ante el congreso de Perú.
Ellas se conocen como “Buscando Esperanza.” “Nos agrupamos con la intención de aprender más sobre la planta y entre todas organizarnos para ser visibles ante el gobierno y autoridades y también para cultivar y aprender todo referente a ello. Porque creemos que es el único camino, el camino más viable”, comenta Dorothy Santiago, madre de Rodrigo quien sufre de epilepsia, en una entrevista. “Nuestros hijos, al ser refractarios, también se vuelven refractarios al cannabis. O sea, yo le doy a mi hijo una cepa, le podría ir genial de dos a tres meses, luego ya no le resulta y debo cambiarle de cepa. Es por ello que la importación no va. Importar un Charlotte [extracto de cannabidiol (CBD)] por frasco te cuesta casi S/1,000, es demasiado costoso. A muchos no les funciona por ser solo CBD. Niños con lesiones en su mayoría necesitan tetrahidrocannabinol. Mi hijo necesita de ambos por ejemplo”.
“La idea es probar todas las cepas. Cada madre va conociendo el camino que debe seguir con la prueba. Va viendo qué es lo que le hace mejor a su niño. Y sobre cepas y extracciones, claro que sabemos. Las madres quieren cultivar su medicina, cada día que pasa es más deterioro.”
Buscando Esperanza lleva más de dos años defendiéndose de críticas. “Nosotros lo vemos en nuestros hijos. Los vemos en los hijos de las demás madres. Son casos anecdóticos pero son nuestros casos. ¿Qué fin tienen nuestros hijos? Terminar postrados, sondeados, incapaces incluso de deglutir. Las convulsiones se llevan todo. Si encuentras algo que cambie eso, que los haga verte, que los haga volver a la vida, ¿por qué vamos a dejarlo?, ¿por qué a la gente no les parece? Son nuestros hijos, es el dolor de ellos y nuestro dolor”, afirma Dorothy.
Y como muchos de nosotros, crecimos con la idea que el cannabis “es malo.” Si es así, entonces ¿cómo es que posible que les ayude a tantos a mejorar su calidad de vida? Dorothy advierte: “si fuera tu hijo y lo probaste todo, estoy segura de que también lo harías.”